El último fin de semana de noviembre, del viernes 28 al domingo 30, llega a la costa de Getxo y Sopelana con un ambiente plenamente invernal
en lo meteorológico, aunque el calendario marque todavía otoño. La entrada de aire frío del norte y noroeste, ligada a la irrupción de una masa de origen ártico sobre la Península, mantiene el Cantábrico revuelto, con mar fuerte, chaparrones y un descenso térmico claro respecto a semanas anteriores. (Diario AS)
En el conjunto del norte peninsular, AEMET y Euskalmet vienen avisando de un escenario típico de finales de noviembre: nubosidad abundante, precipitaciones frecuentes y nieve en cotas relativamente bajas en el interior, acompañadas de rachas de viento destacables en la fachada cantábrica. (Cadena SER) En Bizkaia, ese patrón se traduce en días cortos, cielos cambiantes y un mar que no acaba de calmarse, con sucesivos frentes barriendo de oeste a este.
Si nos centramos en la zona de Getxo y Sopelana, la predicción de estos tres días dibuja un fin de semana gris y húmedo, aunque con matices según la jornada. Para el viernes 28 se esperan cielos mayoritariamente nubosos, con temperaturas máximas en torno a 15 o 16 grados y mínimas rondando los 10, ambiente fresco pero todavía suave para la época. El sábado 29 la nubosidad sigue siendo la protagonista, con alternancia de claros y nubes y probabilidad de chubascos, especialmente por la tarde; las temperaturas se mantienen en un rango similar, con noches algo más templadas por la influencia del mar. El domingo 30 se presenta más desapacible, con mayor cobertura nubosa, aumento de la probabilidad de lluvia y un ligero descenso de las máximas, que se moverán alrededor de los 13 o 14 grados, con mínimas que bajan hacia los 9.
Sobre el papel, el menú es el clásico del Cantábrico profundo: humedad alta, chubascos intermitentes y viento del cuadrante oeste y noroeste moderado, a ratos intenso en los momentos de paso de frente. Para el surf, esa combinación suele ser sinónimo de mar potente, y los modelos específicos para Sopelana lo confirman. Los pronósticos de oleaje señalan un mar de fondo del noroeste bien formado, con alturas en mar abierto que durante el tramo central de la semana ya se han movido en el entorno de los tres metros y que, de cara al viernes y sábado, seguirán por encima de los dos metros, con periodos en torno a los diez u once segundos. (Surf-Forecast)
En una costa tan abierta al norte como la de Sopelana y Getxo, ese mar entra casi “de cara”, sin demasiada protección orográfica. La consecuencia probable es un fin de semana de olas potentes, con series largas y cierta tendencia al desorden cuando los chubascos más activos coincidan con rachas de viento sobre el mar. Las previsiones de viento apuntan, precisamente, a component es predominantes de oeste y noroeste, con intensidades que pueden situarse en el rango de 20 a 30 kilómetros por hora en muchos momentos, rolando puntualmente a norte o nornoroeste con el paso de los frentes. (Surf-Forecast)
Para el surfista, esto se traduce en condiciones exigentes, más aptas para niveles medios y altos que para principiantes. El viento de mar cruzado o ligeramente de mar tiende a rizar la superficie y a hacer la remada más dura, pero el tamaño y la energía de las olas ofrecen buenas oportunidades en las ventanas de relativa calma entre chaparrones. La hora también contará: las tablas de mareas sitúan las pleamares del viernes en torno a media mañana y de nuevo hacia las diez y media de la noche, con bajamares de madrugada y a media tarde, un patrón similar el resto del fin de semana. (tide-forecast.com) Para quienes busquen algo menos de fuerza, los alrededores ofrecen alternativas algo más resguardadas que las playas más abiertas.
El panorama cambia cuando miramos al cielo pensando en el parapente. Sopelana es un clásico del vuelo de ladera en el País Vasco, dependiente casi siempre del viento del norte y noroeste que entra limpio desde el mar. Ese ingrediente, sobre el papel, está garantizado este fin de semana, pero la intensidad y la inestabilidad convierten el escenario en delicado. Los modelos de viento costero señalan rachas moderadas e incluso fuertes en algunos momentos, sobre todo asociadas a los frentes más activos, con flujo dominante del noroeste. (Surf-Forecast)
Para el piloto, esto significa que el “motor” dinámico sobre los acantilados estará encendido, pero también que el margen entre un viento aprovechable y un viento claramente pasado puede ser muy estrecho. A ello se suma la probabilidad de chubascos, que no solo traen lluvia sino cambios bruscos en la intensidad y dirección del viento, además de techos de nube relativamente bajos. En jornadas así, los despegues y aterrizajes pueden complicarse: suelos mojados, posibilidad de rachas descendentes y visibilidad irregular en los momentos de lluvia.
El sábado podría ofrecer, según la evolución de los frentes, alguna ventana algo más amable en las horas centrales del día, con momentos de viento más estable y menos precipitación, pero seguiría siendo, en todo caso, un escenario para pilotos muy experimentados y con margen para renunciar si las condiciones no son claramente favorables. El domingo, con ambiente más frío y una atmósfera todavía cargada de humedad, parece el día más comprometido para el vuelo recreativo.
El fin de semana del 28 de noviembre llega a Getxo y Sopelana con una firma muy cantábrica: gris, frío y movido. Los surfistas encontrarán un mar generoso en tamaño y energía, pero deberán elegir bien la hora, el punto de la costa y el nivel de compromiso que están dispuestos a asumir. Para los amantes del parapente, el parte invita a la prudencia: viento del sector bueno pero inestable, chubascos y rachas que, en un entorno de acantilados, exigen mucha experiencia y una lectura muy fina del momento. Más que nunca, será obligado consultar la última actualización de AEMET y Euskalmet, además de las estaciones locales y webcams, antes de decidir si el Cantábrico está ese día para remar, para volar… o para verlo desde el paseo con un café caliente entre las manos.
