El tramo de costa que comparten Getxo y Sopelana mirará al fin de semana del 21 de noviembre con un ambiente claramente otoñal,
marcado por la nubosidad abundante, el paso de frentes y un Cantábrico con mar viva. La sensación general será de inestabilidad, con días frescos, lluvia frecuente y un escenario que obliga a afinar la planificación tanto a surfistas como a pilotos de parapente. Según las previsiones meteorológicas, el viernes se presenta mayoritariamente nublado, con chubascos y ambiente fresco, el sábado será el día más lluvioso y el domingo quedará como una jornada de transición, todavía con riesgo de lluvia pero con algunos claros y temperaturas algo más suaves.(Hora y Fecha)
El viernes 21 amanecerá con viento del norte y noroeste soplando con alegría, en torno a 12 a 16 nudos, con rachas que pueden superar los 18 o 20 nudos en los momentos más expuestos. La mar llegará del N–NNW con olas en torno a los dos metros y periodos de alrededor de nueve a diez segundos, un tamaño respetable para las playas abiertas de Sopelana y para la bocana del abra de Bilbao.(Windfinder.com) La sensación térmica será baja, con máximas alrededor de los 9 grados, lluvia intermitente y una humedad que no dará tregua. Para el surf, la combinación de mar generoso y viento cruzado o ligeramente de mar a tierra puede traducirse en sesiones potentes pero algo desordenadas, con corriente lateral y series que exigirán buena lectura del pico. No será el mejor día para debutantes, que se encontrarán con un baño duro y frío, aunque los surfistas experimentados pueden rascar buenas olas en los momentos en que el viento afloje y la marea acompañe.
En parapente, el mismo cuadro invita a la prudencia. Los acantilados entre Azkorri, La Salvaje y Sopelana funcionan con vientos de componente norte, pero los valores previstos, por encima de los 15 nudos y con rachas claramente superiores, se acercan al límite superior razonable para un vuelo cómodo, más aún si se suman chubascos y techos de nubes relativamente bajos.(Windfinder.com) El riesgo no solo reside en la intensidad del viento, sino en su carácter racheado y en la posibilidad de que un frente descargue lluvia intensa durante el vuelo, empapando la vela y comprometiendo el control. Todo apunta a que, para los pilotos, el viernes será más un día de observación que de práctica, quizá apto para algún despegue muy puntual en ventanas cortas, siempre reservadas a gente con mucha experiencia local.
El sábado 22 será, según los modelos, la jornada más complicada. La previsión habla de lluvia prácticamente continua, cielos cubiertos y temperaturas en torno a los 11 o 12 grados, con mar que se mantiene en el entorno de los dos metros y viento aún del cuadrante norte, aunque con algo menos de intensidad que el día anterior.(meteoblue) Para el surf, eso se traduce en un mar con fuerza, pero muy condicionado por la lluvia y el viento, con pocas opciones de encontrar condiciones limpias y agradables. Es probable que los más motivados salgan a catar las series en los momentos de menor precipitación, pero la sensación general será de baño técnico y duro, más orientado a mantenerse en forma que a disfrutar de una sesión épica.
Para el parapente, el sábado prácticamente se descarta. La combinación de lluvia persistente, nubosidad baja y viento todavía significativo deja poco margen a la improvisación. El riesgo de despegar con una vela que se moja rápidamente, de encontrar zonas de descendencia fuerte bajo cielos plomizos o de verse atrapado por un empeoramiento brusco de la visibilidad hace que la opción más razonable sea quedarse en tierra, planear futuras salidas y, como mucho, recorrer a pie los senderos de los acantilados para estudiar despegues y aterrizajes con calma.
El domingo 23 asoma como el día con más matices. La previsión apunta a cielos mayoritariamente nublados, con chubascos dispersos por la mañana y posibilidad de nuevas lluvias por la tarde, pero también con algunas horas centrales algo más tranquilas. Las temperaturas subirán ligeramente, con máximas rondando los 12 grados, y el viento podría moderarse algo, manteniendo la componente norte y noroeste pero con menos intensidad que el viernes.(Hora y Fecha) El mar seguirá con tamaño, alrededor de los dos metros, aunque con cierta tendencia a ordenarse respecto a la víspera.
En el agua, eso convierte al domingo en la mejor carta del fin de semana. Quienes busquen olas tendrán que estar atentos a los partes de última hora y a la evolución real del viento, pero si se cumplen las previsiones, las ventanas de menor lluvia y viento más moderado, probablemente hacia el mediodía, pueden regalar baños sólidos, con series bien formadas y menos caos en el pico. Siempre con neopreno grueso, escarpines y cabeza fría para gestionar las corrientes y el frío acumulado.
En el aire, el domingo abre, al menos sobre el papel, alguna posibilidad. Un viento del norte algo más moderado, sin rachas extremas, y la existencia de claros temporales podrían permitir algún vuelo de ladera suave en la zona de Sopelana, siempre que los chubascos den suficiente margen. Pero incluso en el mejor de los escenarios, se trataría de una jornada para volar con mucha prudencia, vigilando el radar de precipitaciones, manteniendo altura de seguridad holgada y preparados para aterrizar en cuanto la nube baje o el viento vuelva a apretar.
El fin de semana del 21 de noviembre en Getxo y Sopelana se presenta típicamente cantábrico: gris, húmedo y con un mar que no descansa. Buena noticia para quienes buscan olas con carácter y malas noticias para los románticos del vuelo tranquilo al atardecer. Surf y parapente seguirán ahí, pero este fin de semana exigirán más que nunca esa mezcla de paciencia, respeto a los partes y decisión de saber decir que no a tiempo, que distingue al deportista maduro del improvisado.