La marca Phi-Air es una de las más jóvenes y a la vez más reconocidas en el mundo del parapente,
un sector en el que la innovación técnica y la seguridad son elementos determinantes. Su aparición supuso un soplo de aire fresco en una industria dominada por fabricantes con décadas de experiencia, y en pocos años ha logrado consolidarse como una referencia entre pilotos tanto recreativos como de competición.
El origen de Phi-Air se remonta a 2017, cuando Hannes Papesh, un diseñador austríaco con una trayectoria destacada en el desarrollo de parapentes, decidió crear una nueva marca independiente. Papesh no era un recién llegado a este universo: ya había trabajado durante muchos años en la firma Nova, otra de las grandes del sector, donde adquirió un conocimiento profundo de la aerodinámica y la construcción de velas. Sin embargo, con Phi-Air buscaba abrir una nueva etapa, basada en la libertad creativa y en un concepto de diseño que pusiera al piloto en el centro de la experiencia.
El nombre de la marca no es casual. Phi hace referencia a la letra griega asociada con la proporción áurea, símbolo de equilibrio y armonía. La idea de Papesh era trasladar ese ideal matemático y estético al diseño de parapentes, logrando velas que no solo ofrecieran seguridad y rendimiento, sino también un placer de vuelo refinado y estable. Desde sus inicios, la compañía estableció su sede en Austria, aunque con una red de colaboradores y distribuidores que le permitió rápidamente alcanzar un alcance internacional.
Los primeros modelos lanzados por Phi-Air fueron muy bien recibidos. Uno de los más conocidos fue el Symphonia, una vela de la categoría EN-A que sorprendió por su combinación de accesibilidad para principiantes y prestaciones que se acercaban a las de parapentes de mayor nivel. Este modelo demostró la filosofía de la marca: no limitar la innovación a los segmentos de alto rendimiento, sino trasladar avances técnicos a velas pensadas para un público más amplio.
Con el tiempo, Phi-Air amplió su catálogo con modelos para distintas necesidades: velas intermedias para pilotos en progresión, parapentes ligeros para vuelos de montaña y aventuras de hike and fly, así como opciones más avanzadas para quienes buscan mayor velocidad y agilidad. El continuo trabajo en perfiles aerodinámicos, sistemas de estabilidad y materiales ha permitido a la marca destacar por la durabilidad de sus productos y por una sensación de seguridad que muchos pilotos describen como diferencial.
Además del propio diseño de velas, la compañía ha sabido crear una identidad marcada por la transparencia y la cercanía con los pilotos. Papesh y su equipo han mantenido una comunicación constante en foros, redes sociales y encuentros internacionales, explicando con detalle las decisiones técnicas y recogiendo comentarios de los usuarios. Esta relación directa ha reforzado la fidelidad de los clientes y ha proyectado una imagen de marca comprometida y abierta al diálogo.
En la actualidad, Phi-Air cuenta con presencia en gran parte del mundo y sus modelos están homologados en todas las categorías principales. La marca ha sido reconocida en competiciones y festivales, no tanto por apostar exclusivamente por las velas de alto rendimiento, sino por ofrecer un enfoque global que pone la seguridad y la diversión en el mismo nivel que la eficiencia aerodinámica. Esta visión ha resultado atractiva en un momento en el que el parapente vive un auge, especialmente en modalidades como el vuelo de montaña, el cross-country y el biplaza turístico.
El futuro de Phi-Air parece orientado a seguir profundizando en el terreno de la innovación y en la adaptación de materiales cada vez más ligeros y resistentes. El uso de nuevos tejidos, el diseño de geometrías híbridas y la aplicación de herramientas de simulación avanzada forman parte de los proyectos que la firma está desarrollando.
La historia de Phi-Air es la de un creador con experiencia que decidió iniciar un camino propio para redefinir cómo debe sentirse y volar un parapente. Desde su nacimiento en Austria hasta su actual reconocimiento global, la marca ha demostrado que en un sector exigente y competitivo siempre hay espacio para la creatividad, la pasión y el deseo de mejorar la experiencia de vuelo. Su éxito rápido y sostenido confirma que los pilotos valoran no solo las prestaciones técnicas, sino también la filosofía de quienes están detrás de cada vela.