Mantente informado:

¡Lee nuestro Blog!

parapente sobre sopelana

Convivencia en el aire entre veleros, alas delta y parapentes

En los cielos de primavera y verano, cuando las térmicas se alzan sobre laderas, campos y llanuras, la convivencia entre veleros, alas delta y parapentes se convierte en una coreografía aérea tan elegante como delicada. No es solo cuestión de cortesía: las normas de preferencia en vuelo térmico son esenciales para garantizar la seguridad de todos los pilotos que comparten el mismo ascensor invisible hacia las alturas.

Aunque cada disciplina —vuelo a vela, ala delta y parapente— tiene sus particularidades, las reglas de tráfico aéreo no escritas, pero ampliamente aceptadas, buscan un objetivo común: evitar conflictos en espacios reducidos, permitir que todos aprovechen la ascendencia y prevenir accidentes.

Un espacio compartido y limitado

Las térmicas no son ilimitadas. Una columna de aire ascendente tiene un diámetro que varía desde unos cientos hasta unos pocos miles de metros, pero la parte realmente útil para los pilotos suele ser mucho más estrecha. Allí coinciden aeronaves muy diferentes: los veleros, rápidos y con radios de giro amplios; las alas delta, más rápidas y con mayor capacidad de penetración que los parapentes; y estos últimos, más lentos y ágiles pero también más vulnerables ante turbulencias y estelas.

Aquí es donde las normas de prioridad cobran sentido: sin ellas, el riesgo de encontronazos o interferencias sería inaceptable.

Giro a la térmica: la primera regla sagrada

La regla más básica y universal es la dirección de giro. El primer piloto que entra en una térmica establece el sentido de giro (horario o antihorario). Todo el que llegue después debe ajustarse a esa dirección para evitar trayectorias cruzadas y posibles colisiones. Esta regla es válida tanto para parapentes y alas delta como para veleros, aunque en el caso de estos últimos, la mayor velocidad y radio de giro hacen más complejo integrarse con tráfico más lento.

No respetar esta norma puede provocar encuentros frontales en pleno ascenso, con consecuencias potencialmente fatales.

Diferencias de velocidad y maniobrabilidad: ceder el paso

Otra norma no escrita pero ampliamente aceptada se basa en las diferencias de velocidad y maniobrabilidad:

*Los veleros, al ser más rápidos y con radios de giro mayores, tienen una trayectoria predecible pero difícil de modificar a última hora. Los pilotos de alas delta y parapentes suelen cederles prioridad, manteniendo trayectorias consistentes para facilitar que los veleros puedan calcular su incorporación.
* Las alas delta, a medio camino entre el parapente y el velero en términos de velocidad, deben ser especialmente cuidadosas al integrarse en térmicas con parapentes. La norma de buena convivencia dicta que mantengan un radio de giro ligeramente más amplio para no interferir en el ascenso más cerrado de los parapentes.
* Los parapentes, más lentos y con radios de giro más cerrados, son los más ágiles en la térmica. Sin embargo, esa agilidad no debe confundirse con prioridad automática: deben mantener trayectorias estables y predecibles para que otros pilotos puedan evitar conflictos.

Incorporación a la térmica y distancia de seguridad

Incorporarse a una térmica ya ocupada exige atención. Los pilotos deben:

1. Observar desde fuera la dirección de giro establecida.
2. Identificar los diferentes tipos de aeronaves presentes y sus trayectorias.
3. Elegir un punto de entrada en el que puedan sumarse sin cortar la trayectoria de otros pilotos.

Además, es esencial mantener una distancia de seguridad suficiente: en parapentes y alas delta, se suele hablar de 20 a 30 metros como mínimo lateral y vertical, mientras que los veleros requieren márgenes mayores debido a sus dimensiones y velocidades.

¿Y qué dice la legislación?

Aunque la normativa de aviación civil (por ejemplo, el Reglamento de Circulación Aérea de la OACI o las normativas de EASA en Europa) no regula de forma específica el vuelo en térmicas compartidas entre aeronaves de tan distinto tipo, sí establece principios generales: toda aeronave debe evitar el riesgo de colisión y mantener vigilancia visual activa. En zonas de vuelo libre o campos de vuelo sin control, estas “normas de cortesía” son, en la práctica, la única defensa.

Convivencia basada en respeto

Finalmente, la convivencia segura en el aire depende tanto de las reglas como de la actitud de los pilotos. La cortesía, la comunicación (cuando es posible mediante radio) y el conocimiento mutuo de las características de cada tipo de aeronave son claves.

Como suele decirse en el mundo del vuelo libre: “en el aire, todos somos invitados”. Respetar las normas de preferencia en térmica no solo mejora la seguridad, sino que permite que la magia del vuelo compartido siga siendo una experiencia sublime y no una fuente de conflictos.

Parapente Sopelana

Desde los inicios del deporte del parapente, Parapente Sopelana ha estado ahí, con los pioneros. Décadas de trabajo que hacen de nuestro proyecto una magnífica elección si quieres descubrir el vuelo biplaza en el paraiso de las playas de Sopelana. Tanto si quieres dar un excitante paseo, como si quieres profundizar más en el mundo del vuelo libre, Parapente Sopelana está aquí para atenderte, aconsejarte, acompañarte. Siempre con los mejores profesionales y en total seguridad.

¡Llámanos!

Teléfono:  607 21 34 31

Horario: 10 a 14 y 16 a 20 horas

De lunes a viernes

¡Escríbenos!

parapentesopelana@gmail.com

Escríbenos y te contestaremos antes de 24 horas (laborables).

We use cookies

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.